TERCER MILENIO
Todo es lo mismo y todo es casi nuevo.
Recuerdo al conde Lampedusa
como la balsa de las medusas
hay que volver a reinventar lo nuevo.
El círculo se cierra lenta pero inexorablemente,
con piedras haremos nuevas guerras.
Creo que Einstein tenía razón.
Ni la fe, ni la razón, ni las ideologías
han podido erradicarnos del dolor
y hoy aquel viejo feudal
sigue teniendo el derecho de pernada.
Sólo el espíritu de ayer como mañana
podrá enfrentar lo que ayer afrentó.
Neutralizados, cautivos, desarmados,
seguimos dando un brindis al sol
sintiéndonos en el mundo mejor
de todos los mundos posibles.
Mi asco regurgita vómito y luego lo digiero
bebo de mi desespero
y doy un grito, un palo de ciego:
es un respiro de mi corazón.
Todo es lo mismo y todo está muy nuevo
vía Internet retransmiten la guerra,
por la televisión habla un predicador.
Habla y alienta la eterna cruzada
un predominio de civilización.
Todo es lo mismo y todo se reviste de nuevo.
Auguro las mismas si nuevas derrotas
Auguro que Bakunin morirá como murió,
cercado por la ignominia,
que Cernuda volverá a nacer
y volverá a marchar al exilio y al olvido,
que Lorca volverá a nacer y a
ser muerto y fusilado.
Que mientras tanto nos dará unos versos
cuna y motivo de civilización,
que mientras tanto habrá alguna canción
que nos ofrezca y alimente el sueño.
Auguro que la muerte seguirá matando
que la vida luchará por la memoria
y que en el tiempo torpe a la vez
y sagrado de la historia
me seguirá alimentando la cancion:
"no te conoce el toro ni la higuera..."
De Lorca ayer, del sueño hacia el mañana,
con Lorca y con la poesía
con Hernández, Cernuda, con Vallejo,
con Hölderlin hacia la locura,
con Kafka a la locura y la razón,
con Whitman hacia el paraíso
labrado en el arado de la tierra.
León Felipe clamará contra la guerra
alimentando la flor vieja
de todos los profetas
emocionante insubordinado
me dejaré y recogeré al sonido del desvelo
apocalipsis de la convicción
y aun si hay traidores, si la muerte vence,
nadie podrá quitarnos la emoción.
De cada muerte nacerá un desvelo
implacable es el ritmo de la poesía,
aún si se niega por todos los poetas.
Cuando se muere, se muere, la afirmará Vallejo
muriendo en París los jueves de aguacero,
poniendo luz a la desesperanza.
Volverá a nacer Salvat,
maestro de ayeres soñando mañanas.
Vendrá otro tiempo y no será más nuevo.
La aldea global seguirá siendo aldea,
la Grecia eterna seguirá siendo Grecia
y la utopía será un viaje a Itaca.
Será batalla rescatar los cantos
a ello me aplico tenso y sereno desde ahora
el violín de Auschwitz todavía llora
sólo es ayer cuando tañía a desvelo.
Vendrán nuevas doctrina y no serán más nuevas
el que las siga seguirá viendo las viejas,
la misma angustia, la misma queja,
la misma espera tensa de un mañana.
La aldea global seguirá siendo aldea
y la utopía seguirá siendo Itaca.
Seguirá el tango y se cantarán milongas
los siglos venideros serán de cambalache
y tendremos la nostalgia de volver.
A mediados del siglo venidero
habrá un poeta, un gran poeta,
que llamaremos tal vez el Arcipreste,
será de Hita o de Madagascar,
la aldea global será global y será aldea
hará poemas del poder del dinero:
Madre, a la cibernética me humillo,
aunque sea de papel y calderilla...
Será de Hita o será de Barcelona,
nos hablará del poder del dinero
y cómo compra ejemplares servitudes.
Será un poeta, un gran poeta,
tal vez lo celebremos como nuevo.
Será batalla rescatar los cantos
y seguir el rastro herido que lleva
la memoria.
Volver a concebir mañanas,
romper por la cintura la consigna de lo nuevo,
negar más de tres veces
que el rey aún va vestido
seguir los rastros de la dignidad
sobrevivir de cada muerte en vida,
volver atrás, atrás y a contratiempo,
al tiempo circular, al espacio infinito.
Volver atrás y hacia los mismos sitios
que nos dieron los sueños y todos los anhelos,
volver más viejos y siempre más nuevos,
sin querernos inventar los mundos nuevos.
El Partenón sólo son unas piedras
cuando no nos conduce la memoria,
borrados los signos cabales de la historia
sólo nos queda la reconstrucción.
Volver a Itaca desde la esperanza,
volver a Itaca en la desesperanza
en el grito abierto de todos los desvelos,
al canto circular que todo lo impregna,
mezclar luces y sombras y todos los colores
soñar de nuevo y soñar hacia dentro,
cantar más radical y repartir los panes
a todos los anónimos del hambre.
Todo es lo mismo aún si pasa por nuevo
quiero gritarlo desde la memoria,
desde ella saludar a Antoñito el Camborio,
flor de los nómadas de todos los desiertos,
a Antonio, a Rosa y, como no, a Ignacio,
maestro en lo taurino y en su alma.
Ahora mismo que el futuro empieza
que es nuevo siglo y nuevo milenio,
que viene el mundo viejo con el mundo nuevo,
quiero cantar y renovar en mi memoria
toda la gesta de la lucha obrera.
Desde la muerte y desde la quimera
se edificaron las bases de la vida.
Mil años pasarán si el universo lo resiste
y su gesta aún quedará motivo señero,
se seguirá recordando a Durruti y a Peiró,
así lo espero,
se verá claro y se verá sencillo
libertad, justicia y dignidad
no tuvieron mejores defensores
ni gestores mejores de esperanza.
Mi cantar renace en su memoria
quiero, pues, ofrecerles mi canción.
Cernuda con sus versos la cantó,
son sus palabras las que digo y reclamo.
Ahora hago un inciso, respiro y lo reclamo,
siempre sin Dios y mucho menos amo,
sea el servicio siempre hacia el espíritu:
"Lo que el espíritu del hombre....."
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