viernes, 27 de octubre de 2017

DE TI HACIA TI TAN SOLO HAS DE LLEGAR - Barcelona, Marzo 97

De flores y trabajos el jardín
De sueños y emociones el esfuerzo
De espera de otros los acertos
Y un mundo mientras tanto, por vivir.
Caminarás de noche, en senda oscura
guiado por lo cuerdo y tu locura
Tus ojos serán tu propio corazón,
alimentado de miradas presentidas.
Del ayer hasta el mañana, la emoción.
Rechazarás de plano toda tentación,
presentirás razones y esperanzas.
Y negarás entero mientras cantas,
-Ojos de buey del barco del ayer-.
Es tu designio, tu Itaca, tu esperanza,
Es tu camino, no tiene vuelta atrás.
Pero sabrás y sentirás que es tu final.
Tu huella, tu mirada, tu destino
Tus cantos sembrando los caminos
DE TI HACIA TI TAN SOLO HAS DE LLEGAR.


Lo coges con las manos y se va
Se marcha de tus manos y ya es viento
Lo que sabías, hoy lo desconoces
y vuelves a prenderlo de tu fuego.
Largo el camino, anchos los anhelos,
hojas del árbol que hizo tu raíz.
Pastor serás de todos tus fragmentos.
Pervivirás en lo oscuro y en lo cierto.
Aunarás estrellas de tu voluntad.
Condensarás oscuridades y certezas
Y sólo entonces canto brotará.
De ti depende sólo en lo más solo
LLEVAR EL CANTO CON TU CAMINAR


Bisbisea la ternura...
Mi sueño nunca descansa.
Escapando a pesadillas
busca al amigo y avanza.
Va en busca de esa verdad
que aunque sabe que no existe
es su norte y es su mar.
Siempre en los imposibles
se forjó la libertad
Busca en ese resplandor
muerto las veces de pena
en la cotidianeidad.
Y espera, mientras, avanza
mi sueño, sin descansar.

           *   *   *

Ven a mí, que yo te espero,
Ven, seremos uno más
mirándonos a los ojos
andando por la ciudad.
Si vienes por la mañana,
por la montaña o el mar,
no me importa,
yo te espero, anhelante de tu faz.
Gritaré muera el progreso,
viva lo que no se vio.
No sé bien qué es lo que quiero,
sé lo que no quiero ver.
Todo lo veo perdido,
nada más hay que perder.
No dejes que en un cajón
encierren tu ansia de mar.
No te pierdas en el niebla,
bruma de sucia ciudad.
Ven a mí, que yo te espero.
Ven, seremos uno más.

             *  *  *
     
He devuelto los cantos que no me pertenecen.
He visto cantos de amor entre el guardia y el preso.
Me ha irritado y conmovido.
Pero no puedo callarlo.
Fluyen mansas o bravías las aguas,
los pensamientos y los sentimientos.
Y escucho una voz que me dice:
Déjalo, toda ya está escrito.
Pero no es mi voz, ni mucho menos mi canto.
No es mi canto rescatado de todos los cantos.
He tomado un calcetín que me gustaba y le dado
la vuelta.
Era hermoso, no me arrepiento.
Pero devuelvo los cantos que no me pertenecen.
El del jilguero, el del ruiseñor, el gavilán y la paloma.
Mi canto entre todos es un solo canto.
Aunque todo ya esté escrito.

             *  *  *

Por medio de la palabra
con que el hombre ahora habla
están los cantos de siglos,
los sueños de mil miradas.
Su lamento y su ilusión.
Flor nueva en el viejo árbol
es toda la creación.
Yo siento un clima pasado
cuando afirmo mi canción.
Cada ilusión conseguida
es hija de algún dolor.

             *  *  *

Entre la vida y la muerte
hay una respiración
hecha canto por el alba
de su espíritu creador.
Del ave de las ideas
no quiero ser cazador.
Del ave de las ideas
yo no he de ser cazador.
Prefiero ser árbol viejo
que lo ha nacido una flor.

             *  *  *

En las palabras yo miro
los ojos con los que siente
la música del que miente
y el canto del corazón.
Y lo mismo es diferente
escrito por dos miradas:
una puede ser la vida
otra puede no ser nada.

            *  *  *

Ver el todo, estar sin nada.
Antes que tenerlo todo,
y no ser nada.
Ser aquel que caminando
se pierde en la claridad.
Antes buscarse y perderse
que renunciar a encontrarse.

            *  *  *

Escuchas el latido en tu compás.
Lo filtras desde el bosque de tus ojos.
Y en el silencio espeso drenas tu verdad.
Rescatando el corazón de lo ampuloso.

           *  *  *

Vuela el ave al nunca fin
del horizonte.
Y en su vuelo está el dolor.
No es la libertad quien vuela.
Es el miedo a la agresión.

           *  *  *
Tanto musgo del amor cercado por la muerte,
tanto amor hecho ácido en la frente.
Estamos frente a frente,
detrás nos cerca el vacío.
El círculo del aire se cierra con tu nombre
y el sueño no lo alcanzo.
Te busco la mirada
buscando la invisible realidad.
Doy un grito, doy un salto
y el sueño no lo alcanzo.
Mas vuelves a aparecer y vuelvo a ser hermano de la fiebre.
Mi orden interior trastabilla tras tu voz.
Y lo que era la expresión
es un canto circulando límites de la razón.
Me voy a oír el canto hermoso de unas hojas,
piso su vegetación
y el sonido de su queja
es como mi corazón.
Es una estancia abismal
la que va del suelo al cielo
pero el aliento de vuelo
abismos sobrevoló.
Quiero salir de mí,
salir en tu busca y verte,
abrirme y acogerte,
cerrarme y volverme a abrir.
Pero, abajo,
la prisa trasladada con tu ausencia
me ahoga el corazón.
Y me da miedo que la puerta reviente.
Me da miedo perderme en el camino
porque sólo sé volar.
Porque no sé esperar.
Y EL MUSGO DEL AMOR SE HACE ACIDO EN LA FRENTE.

              *  *  *

El espacio de la angustia
que ocupa mi pensamiento
es grande.
Mas no se ve. Está dentro
de mí y no quiero que vuele.
La angustia de cada cual
es voz íntima del alma
que no puede reflejarse.
Si sale a la luz sólo es en parte,
nunca toda se la ve.
La luz de mi pensamiento
y el sol de mi corazón,
con la angustia de mi alma
pugnan por ser la canción.

              *  *  *

Miré a mi alrededor y no vi nada
pero cuando proseguí
vi a otro que estaba oculto,
tal vez él no me vio a mí.

             *  *  *

Deja las huellas del tiempo
que surquen tu corazón
y haz de ellas esa flor
que renace de sus hojas
y es fuerza en el dolor.

             *  *  *

Después vendrá la tierra separada
del más que grito, aullido en nuestra voz.
Será la libertad incontrolada,
la buena, la que nunca se encontró.

Y el código aquel que la define
en ley abandonada ha de quedar.
Los ojos, que desde ella parpadean,
con lenta rapidez se han de cerrar.

Y así, con lo que antes no existió,
lo que fue quemado por la hoguera,
vendré a buscar tu cuerpo, que me espera,

Así habrás de venir: RESURRECCION

                *  *  *

Fui a verla en la mañana del recuerdo
me dirigí para hablarle
y lloré.

Lloré por los sueños compartidos
que callada y con ternura me acogió.
Y al sentirme solo y lejos de aquel tiempo
fui hacia ella, me senté y le hablé de amor.

Yo le hablaba a borbotón de sentimiento,
en monólogo de sueño y de pasión.
Y ella fiel, en su silencio me decía
la palabra más hermosa que nunca nadie me dio.

Era tan sólo una mesa del café
pero ella era otro tiempo
en que yo tuve esperanzas.

Y LLORE.

                  *  *  *

Mi corazón se abre a lunas preñadas de primavera,
A la luz de los que esperan,
Al canto de los rebeldes.
Al ayer, al hoy, al siempre
Al tiempo del infinito
Al grito de los malditos
Y a los jazmines en flor.
Mi corazón hecho vida
En su grito y su susurro,
Busca luz en las entrañas.
Calor que canta el mañana
Mientras vibra el cada día.
Busca saltar cualquier tiempo
Medido por arquitectos
Busca ceñirse al misterio
Por sentir y por saber.
Gritar con cada rebelde
Soñar con cada poeta
Y al lamento darle vida,
Fraternidad y raíz.
Y darle vuelo a la queja
Jardín, música y color.
Transterrado en cualquier tiempo,
Ser del tiempo creador.

                *  *  *

Sentir la lluvia
Andar
Pensar desde el latido.
Hablar en el silencio. Beber vino.
Llenar de canto el paso de vivir.
Ir más allá del nombre de las cosas
Dejarse penetrar por lo sentido.
Atmósfera que llena ese camino
Ganado en la mirada fecundada
Que nace del ayer para el mañana
Y dice su palabra transpirada
De tierra y viento, luz a compartir.

                *  *  *

Como la tierra, tus ojos me buscaron.
Sembré ternura y tus ojos lo notaron.
Te di unos cantos y tus ojos lo aceptaron.
Dudé a tu lado, y tus ojos me miraron.

Ahora, en el silencio, te siento en la caricia de tu mano
sembrando juntos rosas de amistad y amor.
Esconder el corazón no evita que si se mira
se haga desde el resplandor.

               *  *  *

Me emociona la luz, no las ventanas.
Me conmueven los silencios proyectados.
Son mi canción las miradas y las manos.
Es mi alimento el ancho respirar.

Es esa niña, su voz y su alegría.
Me hace soñar: Hoy es siempre todavía.
Me hace pensar: Mañana, qué será.

Como un arroyo de agua limpia que va al río
Como va el río caudaloso al ancho mar
Así una niña a una mujer que le sonríe.
No es más pequeña por más frágil la verdad.

Defenderé uno por uno esos anhelos
De mirar, de saber ver, de romper el hielo
En el cálido mecerse de una voz.
Jacques Brel me  lo dijo un día:
Todo en el mundo es amor.

                  *  *  *

No fue el mensaje, sino la actitud.
No fue el acontecer, sino quien lo sentía.
No fueron ni los cantos ni los días.
El hombre fue y su terrible mezquindad.

Dejemos pues el canto en paz y en alegría
Dejemos de negar epifanías
Sepamos, si, las cosas desde el fin.

No hay canto suficiente,
raíz ni reciedumbre, es cierto.
Pero el sueño aún está allí.

Si no cogimos frutos
no fue porque eran verdes.
Si no nos mantuvimos
Sólo causa nuestra fue.

Que cada sueño sea para pervivir
Que cada gesta del dolor conozca
Que hondo y honrado el pensamiento surja
Negando y afirmando desde sí.

No fue lo que nacía
Sino, lo que aún vivo
Corrompe cada día el sueño de vivir.

                  *  *  *

Ya somos mayores.
Soñamos más allá del primer sueño.
Caímos demasiadas veces
como para dejar de creer en el camino.
Demasiada inversión en nuestros pies,
demasiados discursos ahogados,
demasía de voces en los desiertos.
Ni oriental, ni occidental,
sino tú mismo.
Tu mismo, fracasando en el paseo del triunfo de la vida.
Nada existe, y todo está detrás de aquella loma
que divisa el primer sueño.
Ya es otro, pero es sueño.
Sueño de pie, sueño levantados, sueño árido.
Cantos densos, plenos, fértiles en su bochorno.
Aún cantamos a la inocencia.
A la inocencia que no se resigna y batalla por su verdad.
Por su trozo de verdad afluente que a río grande marcha.
Y después a mar abierto, desde donde se divisa otra colina.
De vez en cuando una luz, otra ciudad encontrada
en el camino.
Otra ciudad, donde vas a encontrar huellas de ti mismo,
de tu mismo dolor,
de tu misma tierra fecundada.
De tu mismo cantar que no se escucha.
Y otra vez soñarás, abierto y confiado.
Con los ojos prestos a ver y dejarse penetrar por la verdad
y la inocencia.
Entonces, prepárate para lo peor.
Serás examinado, escudriñado.
Pues en tus ojos estará la herencia de siglos nómadas
y peregrinos.
El miedo se unirá contra ti con la inocencia primera.
Con la inocencia legal y permitida.
Y los cobardes se unirán a los miserables.
Y el candor interesado disparará las balas de la estupidez.
Si sigues adelante, cantarás a la inocencia,
y sabrás por qué lo haces.
A Roma no has de llegar, sino a ti mismo.
Y a otros, a otros solitarios de misterio
que de amor hicieron canto airado.
Y EL DOLOR Y LA ILUSION DIRAN EL RESTO.

              *  *  *

No es el fracaso quien marca tu actitud
Será tu voz caminando los senderos
Con vino rubio buscarás la luz
Navegando entre esperas y deseos.
Y si te dicen que no existe luz
Ni sombras, ni esperanza, que todo se perdió,
Busca tu voz adentro con la fe del carbonero
Y si tropiezas, vuelve a levantar.
Día tras día siguiendo tu horizonte.
Busca tu voz si caminas hacia el norte
Busca tu norte si caminas hacia el sur.
El otro lado es siempre el que acompasa
Pero, si ves que al negar tu corazón se abrasa,
Mira y afirma, mantén la ilusión.
Mas, si esa misma te niega lo que afirma,
Párate en seco y niega lo esperado.
Quieto o en marcha, busca otro camino.
Del ti hacia el todos,
Del todos hacia el ti.
Tu corazón con brújula ha nacido
Y si niegan tu sueño, niégate.
Busca tu yo compartido
Y busca para encontrar.
Todo lo demás es menos
Cuando se busca el camino.
Hoy no existe sin mañana,
Ni el mañana sin ayer.
Busca tu voz mientras tanto
Pero afina en el oído,
No canta quien no escuchó
Y entre todo lo que escuches
Y tu canto y tu razón
Harás verdad tus razones
Y tu verdad emociones
Que en el todo se conjuga.

TERCER MILENIO (AHORA QUE DICEN QUE VIENE...)

TERCER MILENIO

Todo es lo mismo y todo es casi nuevo.
Recuerdo al conde Lampedusa
como la balsa de las medusas
hay que volver a reinventar lo nuevo.
El círculo se cierra lenta pero inexorablemente,
con piedras haremos nuevas guerras.
Creo que Einstein tenía razón.
Ni la fe, ni la razón, ni las ideologías
han podido erradicarnos del dolor
y hoy aquel viejo feudal
sigue teniendo el derecho de pernada.
Sólo el espíritu de ayer como mañana
podrá enfrentar lo que ayer afrentó.
Neutralizados, cautivos, desarmados,
seguimos dando un brindis al sol
sintiéndonos en el mundo mejor
de todos los mundos posibles.
Mi asco regurgita vómito y luego lo digiero
bebo de mi desespero
y doy un grito, un palo de ciego:
es un respiro de mi corazón.
Todo es lo mismo y todo está muy nuevo
vía Internet retransmiten la guerra,
por la televisión habla un predicador.
Habla y alienta la eterna cruzada
un predominio de civilización.
Todo es lo mismo y todo se reviste de nuevo.
Auguro las mismas si nuevas derrotas
Auguro que Bakunin morirá como murió,
cercado por la ignominia,
que Cernuda volverá a nacer
y volverá a marchar al exilio y al olvido,
que Lorca volverá a nacer y a
ser muerto y fusilado.
Que mientras tanto nos dará unos versos
cuna y motivo de civilización,
que mientras tanto habrá alguna canción
que nos ofrezca y alimente el sueño.
Auguro que la muerte seguirá matando
que la vida luchará por la memoria
y que en el tiempo torpe a la vez
y sagrado de la historia
me seguirá alimentando la cancion:
       "no te conoce el toro ni la higuera..."

De Lorca ayer, del sueño hacia el mañana,
con Lorca y con la poesía
con Hernández, Cernuda, con Vallejo,
con Hölderlin hacia la locura,
con Kafka a la locura y la razón,
con Whitman hacia el paraíso
labrado en el arado de la tierra.
León Felipe clamará contra la guerra
alimentando la flor vieja
de todos los profetas
emocionante insubordinado
me dejaré y recogeré al sonido del desvelo
apocalipsis de la convicción
y aun si hay traidores, si la muerte vence,
nadie podrá quitarnos la emoción.
De cada muerte nacerá un desvelo
implacable es el ritmo de la poesía,
aún si se niega por todos los poetas.
Cuando se muere, se muere, la afirmará Vallejo
muriendo en París los jueves de aguacero,
poniendo luz a la desesperanza.
Volverá a nacer Salvat,
maestro de ayeres soñando mañanas.
Vendrá otro tiempo y no será más nuevo.
La aldea global seguirá siendo aldea,
la Grecia eterna seguirá siendo Grecia
y la utopía será un viaje a Itaca.
Será batalla rescatar los cantos
a ello me aplico tenso y sereno desde ahora
el violín de Auschwitz todavía llora
sólo es ayer cuando tañía a desvelo.
Vendrán nuevas doctrina y no serán más nuevas
el que las siga seguirá viendo las viejas,
la misma angustia, la misma queja,
la misma espera tensa de un mañana.
La aldea global seguirá siendo aldea
y la utopía seguirá siendo Itaca.
Seguirá el tango y se cantarán milongas
los siglos venideros serán de cambalache
y tendremos la nostalgia de volver.
A mediados del siglo venidero
habrá un poeta, un gran poeta,
que llamaremos tal vez el Arcipreste,
será de Hita o de Madagascar,
la aldea global será global y será aldea
hará poemas del poder del dinero:
Madre, a la cibernética me humillo,
aunque sea de papel y calderilla...
Será de Hita o será de Barcelona,
nos hablará del poder del dinero
y cómo compra ejemplares servitudes.
Será un poeta, un gran poeta,
tal vez lo celebremos como nuevo.
Será batalla rescatar los cantos
y seguir el rastro herido que lleva
la memoria.
Volver a concebir mañanas,
romper por la cintura la consigna de lo nuevo,
negar más de tres veces
que el rey aún va vestido
seguir los rastros de la dignidad
sobrevivir de cada muerte en vida,
volver atrás, atrás y a contratiempo,
al tiempo circular, al espacio infinito.
Volver atrás y hacia los mismos sitios
que nos dieron los sueños y todos los anhelos,
volver más viejos y siempre más nuevos,
sin querernos inventar los mundos nuevos.
El Partenón sólo son unas piedras
cuando no nos conduce la memoria,
borrados los signos cabales de la historia
sólo nos queda la reconstrucción.
Volver a Itaca desde la esperanza,
volver a Itaca en la desesperanza
en el grito abierto de todos los desvelos,
al canto circular que todo lo impregna,
mezclar luces y sombras y todos los colores
soñar de nuevo y soñar hacia dentro,
cantar más radical y repartir los panes
a todos los anónimos del hambre.
Todo es lo mismo aún si pasa por nuevo
quiero gritarlo desde la memoria,
desde ella saludar a Antoñito el Camborio,
flor de los nómadas de todos los desiertos,
a Antonio, a Rosa y, como no, a Ignacio,
maestro en lo taurino y en su alma.

Ahora mismo que el futuro empieza
que es nuevo siglo y nuevo milenio,
que viene el mundo viejo con el mundo nuevo,
quiero cantar y renovar en mi memoria
toda la gesta de la lucha obrera.
Desde la muerte y desde la quimera
se edificaron las bases de la vida.
Mil años pasarán si el universo lo resiste
y su gesta aún quedará motivo señero,
se seguirá recordando a Durruti y a Peiró,
así lo espero,
se verá claro y se verá sencillo
libertad, justicia y dignidad
no tuvieron mejores defensores
ni gestores mejores de esperanza.
Mi cantar renace en su memoria
quiero, pues, ofrecerles mi canción.
Cernuda con sus versos la cantó,
son sus palabras las que digo y reclamo.
Ahora hago un inciso, respiro y lo reclamo,
siempre sin Dios y mucho menos amo,
sea el servicio siempre hacia el espíritu:
        "Lo que el espíritu del hombre....."