BALADA DEL MISTICO SUICIDA
Ahora viene el místico con aire de
suicida.
Tres váliums se tomó, pero aún
camina.
¡Caramba¡ ¡como aguantan deprimidos¡
Viene hacia mí como un benedictino.
¿Cómo estás, compañero?
-Canino, estoy canino.
Triste, solo, fané y descangallado.
Todo eso, si, tomándose su tiempo.
Tomar valium tiene estas cosas.
Aguanta, coño, que el que resiste
gana¡
Batalla, que es por lo poesía¡
No puedo, hermano, me consume el
tiempo.
No debí de estudiar filosofía.
Mi perro me ha dejado,
la portera me espía.
Y mi madre, la pobre, me insiste en su
alegría
pero también me pone muchos discos
y son del Mejorano¡
Es grave lo tuyo, en verdad grave
más nada que no tenga solución.
Resiste, tu resiste.
Si resistes, vienes a verme otro dia.
Resiste, es claro que resiste.
Estos para suicidas son muy
resistentes.
Detrás de las pintas de enclenques
hay muchos kilos, pero muchos, de
granito.
Viene hacia mi, lo recibo contrito.
Pongo mi mejor cara, la más triste.
Me ve cara de agobio y se resiste.
No, compañero, no voy a violentar tu
sueño.
Pero ya el morbo me domina.
Necesito mi ración de buena obra.
Pero está visto, ese dia sobra.
Ensaya versos, y son del Arcipreste.
Recito entonces versos de San Juan.
Mas me detiene firme: -Ese ya no es mi
cantar.
Mi canto ahora está en el son.
Tomo mojitos cargados de ron
voy por la noche a Tropicana
y en tres baldosas bailo que es la mar
salada.
Hasta al público que mira lanzo besos.
Lo miro con envidia. Hay pecador¡
Y me pregunto entonces,
¿Y ahora que hago yo?
Pero está visto. Es el poeta, los
poetas.
No conocen los pesos, ni tampoco las
medidas.
Tan pronto con su llanto te conmueven
que con su risa o con su grito todo
atruena.
¡A veces juro que hasta llueve¡
* * *